Humano

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Escapo / ellos caminan
Lo escondo / ellos despiertan

Sus voces se acarician mientras
las manos se repelen y pelean

Volteo / ellos aguardan
Lo callo / ellos se extinguen

Sus huellas lo cuestionan,
lo persiguen a ¡No importa¡

Miro / ellos se lucen

Presto mis orejas y los rastros a con ellos
/a sus iris de vinilo/
Ellos se sellan y caminan de la mano
por los trastes a conmigo en una banca

Quedo / ellos se insertan de luciérnaga en un brazo /
Me quedo / los vivo /

Comienzo a existir los ellos
y me quedo tirada en la calle
por los surcos a la infancia suya
y también existo
también a ellos

MudA de Piel

10:33 p.m. Edit This 0 Comments »


La boca se cierne, se cierra

/ voltea en un pálido quiebre /

y es el sueño...

/ los ojos / la boca /

si tiempos a substracciones
pendiendo del piso desnudo
cuando mudas la piel
cuando arrancas el hueso
sin antes haberte mordido la hiel,
las escamas de piel y las todas mentiras
de las abstracciones sensitivadas

/ los formas, sus poses /

se reproducen, se reduplican
y qué?

/ el sentidos en la nubes /

al correr las hormigas en fila
sobre los pies de alguna virtud

/ el sentido en las nubes /

el tejido sin explicar se levanta
se tumba

/ abre....abre la boca /

a toque se explica las andalucías
que penden del filo del techo
sujeta a la muda, la otra.

Abierto

10:57 p.m. Edit This 0 Comments »

Bonna note

7:01 p.m. Edit This 0 Comments »

Esta imagen, este reflejo en esta estancia;
aquí, ahora
mientras sostenía la quijada apuntándose a la valla;
observando, aguardando por los prados
que se perdían en un estadío,
en la cascada de matices de color ante mí
y más profundo, un escalón a pie;
nadie contestó,
ni exhaló tensa la postura contrapuesta;
se habían disgregado los intentos de las frases.

Su rostro, su cuello no se congeló formulando entretejidos,
se desvaneció el trato, el ahora de pensar,
escuchar auscultando uno solo, tan solo...
Nada....nada....
y eran solo mis vacilaciones las que se iban
y venían tras de mí, arrastrando los zapatos por la acera
en un total abandono, con esa marca inconmensurable
de las conversaciones del imaginarium autoreflexivo;
en esas piezas inmortales de entre redes,
que yacen añadidas en la vasta textura de las sabanas,
exhalando la sonora huella de los seres
Viene, empujan las imágenes circunstanciales súbitamente,
espoleándose en la inmensidad incierta de las sensaciones;
en los sentidos que se han llevado mis más altos objetivos;
y así cuando hablo no me entiendo,
no hay un eco retocando la finitud verdadera de mi intento
...nada...nada

El discurso se los gana, se las come y nadie las ha visto
Las miradas se voltean por los brazos en un rayo,
no están, se van...se van,
habiendo infládose en la tinta,
donde puedo distinguir a duras penas
ese segundo en el papel mortal
con matices que se parecen a los rasgos humanos,
Tratando, cavando un hueco por las redes
en intento de fijarse en una imagen
Ellas un intento, pendiendo de una cerda;
con un pulso a sortilegio yo lo intento;
estas decisiones son intentos
de una idea que marcha hacia finito

C22

6:38 p.m. Edit This 0 Comments »


Las gotas a torrente repicaban el cielo raso, las hojas, los juncos; a un son, con un tono; juntos en una desorganizada tocada de tambores, y una más y uno menos, otro más y una luz al viento se deslizaba por los pasillos, y en unos segundos del susurro a la barahúnda, más sonido, mas chillidos, de trac en trac, al traqueteo de los vientos; así surcándose por la garganta y nuestras sienes en un tamborileo con un toque crujiente, en forma a filo, como los hilos sin principio ni pabilo, se deslizaban a los cuerpos inertes, incrustándose como agujas de un blandido acero, con más furia, con el viento enfurecido peinando los cabellos de los que rondan distraídamente despiertos por los robles; por los pasos hacia el borde, hacia al fondo del bosque en los sentidos a cristales con un son afrikaans, con cada ves más velocidad; pero a tiempo con su ritmo y un suspiro de mañana junto con la respiración del alba al pestañear, tan tranquilo el líquido, deslizándose como leche en la boca de la hija del granjero, tan dulce y suavemente, tan sin tropiezos la lluvia nos venía a visitar una mañana…

(Picture by Ivo Dutra)

C21

9:47 p.m. Edit This 0 Comments »
--Estoy viajando, sí; desde mí, desde mí, desde mí ¿Qué yo soy?-- dijo Mel --Es una cuestión circular caberse en pregunta tal, es llenar un casillero de en fila, romperse los falanges para calzar el zapato estándar. Desde mí la respuesta se enrienda, se dispersa, se fuga de mí, tal ves a propósito; las ideas no se enlazan, no se conocen a profundidad unas con otras, no se acogen entre sí, ni se adhieren a estructurar, como lo hacen todas las formas que se sostienen por sí mismas. Desde mí, no me puedo explicar, ni dar a entender, soy un variopinto de partes conjunta; frases sueltas que no se buscan, ni se esperan, ni se adjudican en una razón o función; oscilo, yo suelo oscilar de un extremo a otro, indago, me disgrego por los surcos y otros mundos; desde mí, no soy yo, soy algo más, o tal vez soy un sino disertado, deshecho en el piso de la vacuidad. Podría dejarme a la gravedad, dejarla hacer su trabajo conmigo, dejarla adjuntarme en una sola pieza completa y coherente, dejarme fuera de mí, sería tan fácil, sería tan difícil desde mí. Podría quedarme quietecita y preguntar por las horas del día y ubicarme en una fecha conspicua y hacerla mía, hacerla mi nacimiento absoluto, podría, pero seria tan fácil. Y estas ideas, estas fantasías cotidianas podrían ser yo, podría ser todas esas piezas, todas esas partículas dispersas en los días. Pasa un día, pasa el otro, no hay diferencia alguna, uno no se relaciona con el otro, y el que hubo se ha quedado en la otrora enmudecida o colgado de algún objeto cercano de este cuarto, en algún jeroglifo de la pared, del techo, y todos flotan, las emociones intentan acogerse, ennudarse unas con otras y darse la mano con mis ideas, pero las separo, desde mí eso sería muy difícil. Desde esta casa, desde este alma sin ruido haciendo eco en la corpórea necesidad fisiológica o en las necesidades silentes de atención, afecto; desde mí, todo ello se hace uno, se inserta en una entidad completa, en una sola, entre todas ellas, entre ellas mismas y a una misma, solo una; como las hojas, como las que yacen secas bajo mi jardín, todas del mismo tronco, de la misma sabia heredada, del mismo brazo, y tan una, tan única y completa. Y el hecho, la real dimensión estructural de la vida no se disgrega, se junta, se busca, y se enquista en mis adentros y me bifurca, me aparta de Manuel, del imago que yo le tengo; mis conjeturas se van de la primera dimensión, se van solas de mí y no las puedo pescar, se van a husmear a otra parte, a explorar otra sombra y en su afán se sueltan los nudos y se descubren entre ellas, justo tan a mi vista, tan cerca. El polvo cae y se infiltra por los rincones de la casa, en los ojos de los animales, en los libros, en las ropas del cordel, y se ensucian, se corrompen; ya nada está libre de la polvareda del día, de los tiempos y los sitios; y de así tan elíptico conjugo este suceso desde mí, tan sencillamente como decir sí, como responder a una pregunta con un monosílabo; cuánto podría caber en una palabra, en una sílaba, en las frases completas que hay detrás, en el aire que respiran ellas sueltas diciendo…cae esta tarde, se va, se va con las historias de las que me sostengo, con las de hoy--
--La tarde cae simplemente-- dijo Manuel --cae como los cuerpos al tropezar con las rocas, hacia la arena; cae, así de simple porque ya cedió una misión, sin la conciencia propia, sin darse cuenta de su patrón, ni de su inexistente gloria; su cíclico devenir es tal, su debo, sin el sino y sin conjetura…cae solamente, como un suceso, como un acontecimiento provocado por los seres circundantes, por los inertes incluso pero así cumpliendo su curso, desde un sustantivo como mi ser, desde lo que me gustaría dejar de ser; porque aspiro esa habilidad, ese desinfractuoso devenir; irme y venirme, venir y no regresar nunca más, como Mel, desde su paso dubitativo, con su mirada perdida en el ocaso, con su pulgar e índice marcando su oreja derecha, mientras ella viaja y se desintegra en todos los objetos, los caminos y las luces, en todos los que ella no ve, los que yo tampoco puedo ver, en los que crea en su mente, y a su paso de lado le sigo con mi vista de reojo, intento desintegrarme y proyectarme en mil posibilidades, en alguna con Mel, en el que ella va caminando hoy, y yo me arrancaría los pies, para pertenecer a aquel mundo en aquella gravedad. Intento desasirme de este asiento e irme y venirme, caminar con Mel por la tarde, en las horas precedentes a las 6, en ese sosiego de la quietud de sus ojos al despiezarse ante los míos; en su compañía, cuando cuaja sus días tan distante de mí, cuando la escudriño en cada uno de sus rastros, para alcanzarla desde el pie para que ella no me sienta, para que no se de cuenta, que yo la observo de aquí, desde mi asiento al otro lado del universo, siendo el ser apiezado que ella desea ser, el que está convencida podría explicarla mejor y no se da cuenta, se busca y no se da cuenta, que hago también lo mismo en su revés y mi asiento tampoco me explica mejor a mí, ni me lleva de rumbo en rumbo a descubrir mas allá, no; me quedo aquí, acendrado a este asiento con las frases dispuestas en prosa, con las nocturnas y las diurnas, con los deberes y los sientos, tan claros y perplejos a mi lengua y al discurso, pero me voy sin el movimiento, sin el fluctuante vibrar de Mel, sin su vitalidad oscilante, sin todas esas historias y personajes; a mí, me espera mi asiento constructo, mis ideas claras y mis amistades perennes, así sencillamente, tan cíclico como la duda, como la tarde, como la tarde que detesto, que trato de reemplazar con una historia dibujada, con un trazo firme y otro tenue, es uno y es otro, es el rojo y los azules; los matices todos están ya exentos de mi mismo, pero le siguen a la forma, a la línea de límite, a la factible delimitación de mis dimensiones visuales…pero cuánto cabe en mí todo esto, siento que me miento a mí mismo, que este esquema es alguien a quien estoy dejando de conocer, pero regreso por mis propias pisadas al mismo punto, al onduleo de lo mismo y no me siento, no me reconozco, me comienzo a pensar y suelto palabras únicas sin nexo, y siento que puedo ser ése, pero las cojo inmediatamente y las amarro con este asiento, que se parece más a alguien conocido que a mí mismo…cuánta nube Mel, cuánta confusión natural se nos libra del seguir pensando una y otra ves, conmigo mismo, contigo misma, tan ajenos, tan indiferentes del nexo que nos trenza, tan invisible a los ojos, a tus ojos, a los nuestros--

A: B.

C20

7:58 p.m. Edit This 0 Comments »

>>No<< continúa el pensar en el soleo del No y me fogueo los pechos, la boca; porque no puedo, porque pretendo que no encuentro al idóneo sustituto del No.
>>No debo<< Son una pareja de lirios que caminan por un sendero de luces hacia un punto con fin, hacia la brumosa inquietud que se yace azulina en un punto de cruz; por allá, por sus bifurcaciones se desvanece a rocío ese No, como el vestido que cae a ritmo de pluma, tan suave y limbosa entre el hilado lanoso del alba precoz, por los brazos, por el cuello de la avenida Santa Cruz. Y la descubro filosa, a forma piramidal en granito y se desliza, se estira estrechando cintura; unos pasos detrás y la parte un cercado a botones, donde se extienden un filar de faroles de luces, enroscadas en las partículas vaporosas que se apuntan y alejan del fuego, hasta vetearse en la plomiza ternura del roce de los algodones, que se aparecen como en venidas a mis venas despiertas, para darse un color purpuroso, para calmarme amildonada en las nubes. La calle avenida no a vista la cumbre, sumerge su cuello debajo de sábanas baldosas, se esconde en un punto vacío, donde se pierden mis ruegos, toda mi atención sostenida; que a duras penas le puede, que cojea de lado y se va apagando en la niebla celeste. Brel me toma a la mano y relampaguea conciente mi cuello y se pierde en sus pasadores, los que guarda debajo del piso; el que deja su piel como marca negruzca raída, en la madera arrancada y porfiada después de haberse henchido al arder >>No<< me digo nuevamente y me apego a su cuerpo como al mástil de mi día; su mirada se pierde en su propio ribete puntual, y yo me sacudo de la fecha marcada, la barro como suelo echar a mañanas a las hojas secas del patio de fuera. Las calles bajan y suben, mi torso se sube y se baja, y yo quiebro mi cuello a la espalda, y me quedo ahí subida tras cuello empujando a mi izquierda región ocular, me escondo, me doblo en retraso con lodo detrás de mi torso, para observar a conciencia tranquila mis pasos sujetos al brío, sin ningún destino ni aviso. Las edificaciones casi enmudecen despiertas y me clavan sus ojos tan prestos, callados; sosteniendo sus pestañas impávidas; yo las ignoro, me pierdo en mi sombra lechosa, en mis huellas con lánguido quiebre. Avanzo de lado como evitando el llamado del paso de Brel, me aparto a contradiciendo, para alejarme de su miedo riboso, para asirme del farol que mana una luz, una voz, y brillarme los ojos, devolverle su brillo inculpado, algunas horas al menos, las que duren este tramo a mis pies. Las miradas son huevos desiertos de sales de nieve, no hay nada, los iris se han ido; las manos se cuelgan se mecen por el triscar de la brisa, se sujetan y no quieren caer, no quieren llegar al piso tan negro, se acunan, se juntan por una razón misteriosa; su apego no advierte el campaneo oscilante del comunicarse usando un código social >>No<< no lo hay, los dos lirios no dicen nada, se han cosido la boca a destiempo en su cuerpo, en sus tallos tan firmes, tan calmos de todo, y es que para qué decir alguna cosa, se dicen; si la clave verbal no es absoluta, y los códigos se caen a gotas como el rocío de nuestras hojas. Es el alambre ese puente, el camino del universo, donde yacen el No y el Si, de todo lo suyo de a dos.

Dilatar me consigo

8:32 p.m. Edit This 0 Comments »

Al caer los cristales de nieve
que iban rondando en la atmósfera,
un ondilocuente violín me trae sonatas,
y me decubre este faro tan fusiforme
en atisbo, con un hilo a la silla;
donde acoge en sortija, el canguelo;
para emigrar a este encuadre contando,
con tanto propago una estela, cazando;
goteando esta tierra inhabita

Y endilgo ente brazo a rama, a raudales
a tarjarme los dos dedos cables;
aunque la gravedad a este punto
traerá todo al piso,
a esta altura,
por una albúmina partícula,
por lo que significa esta noche
al despertar de este ascenso,
aludiendo a por siempre
a los cien presos días,
de mi enrebelde manía
por contar una historia,
para estar me consigo escribiendo los lazos
por esta a venida, en todas las horas.
a la huida que llevo
a trompicones silente;
para resbalar y pensar nuevamente
hasta el rincón, a una palabra,
por la que quiero vivir;
en la mano, en los dientes
y en lo que aun se cuaja en las nubes
con su nombre de frente.

Estados Abiertos

7:52 p.m. Edit This 0 Comments »
















“Cristóbal Colón”, dice mi madre
y me remite al vuelo,
al meceo desti piélago
fluctuando,
bailando con el ritmo,
con un péndulo
(…)

Eran las 2
El vaivén de nuestras manos ondulando un ser interno
Eran las 3 meciendo el piso
Eran un ser deshaciendo nudos,
oscilando tarde a tarde
bajo este líquido con cloro
por sobre el hombro de nuestros ojos

Eran las 4 surcando un nuevo espacio
Inventando un nuevo mundo;
siendo uno, sin ningún sello, sin ningún nombre.

“Ahhhhhhhhaaaay”
decibeldecías a las 5
con un vagido tan dulcío

“Ahhhhhhhhhhaaaaaaaaaaaay”
ya son las 6
Ya la piscina se ha extinguido

Infección

3:31 p.m. Edit This 0 Comments »














Cómo
Cómo estar sentado sin el mundo,
con la mente gacha estando solo
solo sobre el pulso
en tanto SIENTO
anudando cientos pensamientos,
a la libra de esta sombra de sinergia
ondulando el alarido de este lapso.

Cómo permanecer a pie consecutivo
en este encuadre;
que se repite,
que se embadurna de una estampa.

Y Qué?
Rapsodia impura,
¡VENTE a MI¡
en el ensortijo del sonido,
tan brutal, tan proterva.
Gobierna con escándalo y esquina la energía,
en esta trocha insípida.
Has rodar, hazte roer esos párpados,
en el fermento de esta casa.

Vente aquí y observa cómo se repliega
esta estertulia al cemento de las sendas sempiternas,
esas que solo mueven la cabeza
y se entierran en un silbo.


Silencio, mira quieto;
yo me aparto de tu filo tan despierto
acallo, sin / tu / acallo /
fijo, me deslizo a par en un embiste,
para ser abierto con cuchillo hesido
y dejar de amarrarme el zapato
con el mismo truco maniatado

Y quedo ASÍ, yo infecto
ASÍ
como res partido;
pero alicaigo, sinceo resicuerdos
y me muevo, le continúo al ruido,
al griterío sin finito ecolándose en el cuerpo;
en el cráneo ebúrneo, en su festejo lisonjero,
y le cubro con mi bocabeso al sentimiento;
le tamborileo el piso, me_la_miento;
con su propia lengua me la ensebo y la secuestro.

ASÍ
ASÍ
ASÍ

le continúo al escándalo linterno
le allano TODO, lo destazo a uno
en cada paso, en cada huso;
le ULTRAJO de cabeza al ruido,
enredado en sus cabellos;
con un grito.