Nepal
7:09 p.m. Edit This 0 Comments »
Veo por las noticias el terremoto
de Nepal, el Himalaya se desprende, y la gran herida en el Olimpo de las cumbres
se desarticula; ninguna herida es bella para siempre, incluso las cicatrices
vuelven descosidas; vaivén de porquería, danzas a tu eterno retorno como un
niño en su mecedora de domingo. Lo que me queda es seguir leyendo, y leo como
un ignorante su mapa natal, leo y releo las noticias como un manual de
sobrevivencia. Alguna de mis voces me reprende y por fin entiendo que mi carne se
teje y se desteje en favor de la avalancha, yo que abracé tan fuerte mis estigmas
y mis cruces, cual peregrino embrutecido por su Cristo. Voy entendiendo que mi
aliento juvenil se extingue, que las placas viran; sin embargo la gran araña que
teje mi destino está perdida entre reportes y mails, y traga como una película
todas las imágenes y como en un remolino de rio, se lleva los 4 mil muertos de
Nepal, los escombros de Nepal, los closeups de Nepal, las espesas nubes de
Nepal y todo ingresa a la vorágine, a la danza. Leo como un obsesivo compulsivo,
tomo los apuntes, firmo los perfiles, diagnostico hasta el futuro y el ángulo
de una casa derruida, y la foto de montículos y escombros, y las piernas
sepultadas por cemento, y los autos reducidos a chatarra, y las moscas en su
carnaval, y los usuarios embebidos se liban de noticias, nada importa, mi alma
llega tarde, olvida registrarse y así va como fantasma apurado por su otro
fantasma.