Punto cero

8:28 p.m. Edit This 0 Comments »

no soy nada
sino un conjunto de escenarios
donde a veces cruza alguien
e irremediablemente ve su sombra
y me ve, y yo lo veo

y luego nada

Canción urgente

7:28 p.m. Edit This 0 Comments »

Y nuestra noche otra vez de noviembre,
supo decir que tu inútil mano hila Itaca
puedo repetir
tanta boca
tanta caverna por esta hoja
puedo repetir el látigo
a Cristo
Decir, tu mano es la carnicera de mi pecho
Todo tiembla y puedo repetir
Que toda gacela es un tambor de amor sonando alto en Altamira

Decimales negativos en el cielo

8:11 p.m. Edit This 0 Comments »

Un obispo tenebroso cuelga la hostia del pecado sobre las nubes, para que todos los seres alados como tú se pierdan acelerados por el vicio de vivir copulando; dándole besos a un Dios montado de planillas. Tú fuiste concebido a esta hora en que te pienso mal y te deseo lo peor del mundo, porque de tanta negación he escrito mi propio rostro y lo beso. 


Alicia en el país de la sal

11:18 p.m. Edit This 0 Comments »

Te miré; y mientras la polilla asomaba su labor, la habitación iba limpiando mi memoria. Alicia, tal vez podamos encontrar ese vestido que baila desde su infancia como un zumbayllu sobre el desierto, como un planeta arrastrando sus signos, como en una reunión atómica donde abrazo este justo momento. Tus vestidos Alicia, el ladrido de la noche en Comas y tu nombre. Se deshace tu nombre AAAAAAA la noche parece suspirar, y todos los perros del parque ingresan en mi cabeza. Suenas y suenas. Repicas en un juego de espejos, tal vez Alicia la simulación de cortar a los testigos, de marchar en hierro, paga bien en los altos suelos. Pero esta habitación, esta ciudad de sal, este mundo que ha virado hacia atrás; suena y suena, como un grupo de mariposas que susurran sus memorias antes de partir.

Porque escribí, Enrique Lihn

7:05 p.m. Edit This 0 Comments »


Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
—¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria—
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces

De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.

La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
—allí, por un momento, siquiera, en esa altura—
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.

Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.

Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.

Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.

Nepal

7:09 p.m. Edit This 0 Comments »

Veo por las noticias el terremoto de Nepal, el Himalaya se desprende, y la gran herida en el Olimpo de las cumbres se desarticula; ninguna herida es bella para siempre, incluso las cicatrices vuelven descosidas; vaivén de porquería, danzas a tu eterno retorno como un niño en su mecedora de domingo. Lo que me queda es seguir leyendo, y leo como un ignorante su mapa natal, leo y releo las noticias como un manual de sobrevivencia. Alguna de mis voces me reprende y por fin entiendo que mi carne se teje y se desteje en favor de la avalancha, yo que abracé tan fuerte mis estigmas y mis cruces, cual peregrino embrutecido por su Cristo. Voy entendiendo que mi aliento juvenil se extingue, que las placas viran; sin embargo la gran araña que teje mi destino está perdida entre reportes y mails, y traga como una película todas las imágenes y como en un remolino de rio, se lleva los 4 mil muertos de Nepal, los escombros de Nepal, los closeups de Nepal, las espesas nubes de Nepal y todo ingresa a la vorágine, a la danza. Leo como un obsesivo compulsivo, tomo los apuntes, firmo los perfiles, diagnostico hasta el futuro y el ángulo de una casa derruida, y la foto de montículos y escombros, y las piernas sepultadas por cemento, y los autos reducidos a chatarra, y las moscas en su carnaval, y los usuarios embebidos se liban de noticias, nada importa, mi alma llega tarde, olvida registrarse y así va como fantasma apurado por su otro fantasma.

Trilogía en tres actos

11:51 a.m. Edit This 0 Comments »


















A Jorge
I
Allá, donde era
Allá donde la bestia se arremete contra mí
Allá donde una espada visita a los enfermos
Allá donde un torero coge un vaso de cerveza
Allá, donde era Ese animal de aire que va tocando su tambor
II
Pero aquí, ha caído el telón
recogemos nuestras lágrimas y sonrisas,
nuestros vestidos de espuma y de sangre
y este lento alcohol que sube como agua helada hasta mi nariz,
no es más que el chorro de mi aliento
que se abisma desnudo como una cascada violenta
III
Alguien coge una escoba y mi corazón, y va guardando los deshechos en una bolsa
Recogemos nuestros rostros, nos cogemos de la mano los tres
y apagamos las luces.

Llueve

5:59 p.m. Edit This 0 Comments »
I      I        I        I      I    I    I    I                I               I      I
             I        I        I       I          I   I    I    I     I  I          I    I           I         I   I
I  I         I           I         I           I         I           I          I         I
 I       I             I       I       I      I          I      I        I      I         I      I
I I   I     I    I  I         I      I   I      I   I  I     I        I              I     I
Llueve, como si no bastara decir tu nombre, como si tu cuerpo hecho de raíces empezara por rugir; y sin embargo este pasto polinizado por el agua, es también la ceniza y es también tu cuerpo; un papel mojado que me llevo a la boca.

Frankenstein

8:11 a.m. Edit This 0 Comments »


Mi Señor Frankenstein, abraza a todos mis hombres y hazlos tus hijos; que esta noche señor, la arrinconada enciclopedia que llevo por corazón, explote en un charco boreal entre mi perro y la boca del mundo. Aún hay luz, aún hay gente cubriendo este granizo; pero mi demencia existe. Y entonces me convencí, que esto soy ahora: Un caballo desbocado que orina su odio y su belleza ante el primer cadáver de la noche. Mas todo fragmento, y encima todo pensamiento se tarja entre diamantes mientras cocino, mientras te corto y te uno en mi tabla de picar. La fragmentación es mi cuerpo y su historia es trazada en la barbarie; pero avanzo para volver a coser los 5.6 kilómetros entre mi cuerpo y tu rebeldía.

Reinos

2:13 p.m. Edit This 0 Comments »


Intento no dormir, intento no soñar; el sueño fija los recuerdos. Las horas, el cuerpo de los días. Intento no dormir, intento el amor y porque el amor es una silla, donde puedes sentar a todo tipo de reyes, y como todo reino, he sido colonizado, invadido, independizado y arrojado al vacío. Pero intento, intento dibujar una figura sobre mi silla.